lunes, 27 de febrero de 2012

ACLARANDO TERMINOS: HERNIA, PROTUSION Y OTROS MISTERIOS

De vez en cuando llegan pacientes asustados con diagnósticos que no acaban de entender, imaginándose una vida llena de dolores, sin hacer las cosas que normalmente hacen o les gustaría hacer. Muchas veces es la falta de información clara lo que provoca en estas personas ese miedo y sufrimiento. Es cierto que los profesionales de la salud tenemos una tendencia a desdramatizar todo lo relacionado con los problemas de salud de nuestros pacientes, y por este motivo a veces no damos suficientes explicaciones o informaciones. Me gustaría verter algo de luz sobre algunos de esos diagnósticos que atemorizan a nuestros pacientes y para ello inicio hoy esta serie de artículos para aclarar “términos misteriosos”.
Todo lo relacionado con columna vertebral da “mucho susto” y por eso nos centraremos en algunos términos que atañen a esta parte tan importante de nuestra anatomía. Haremos primero un breve recuerdo anatómico: nuestra columna está formada por una serie de vértebras, entre las cuales se disponen a modo de almohadilla los discos intervertebrales. Estos discos tienen la función de amortiguar y repartir la carga que soportan nuestras vértebras al movernos y coger peso. Tienen un núcleo central y un anillo cartilaginoso que rodea al núcleo. Por la parte posterior del cuerpo de la vértebra y del disco se encuentra la medula espinal y de ella surgen las raíces nerviosas que se dirigen hacia los miembros a través de orificios formados por las partes posterior y lateral de las vértebras. Los ligamentos y musculatura dispuestas alrededor tambien protegen nuestra columna y medula espinal. Empezaremos con las lesiones discales:
Discopatía: se refiere a cualquier lesión que afecte a un disco intervertebral. Hay diversos tipos: Fisura: cuando se rompe el anillo fibroso y parte del núcleo se desliza por esa fisura, pero no existe desplazamiento del disco fuera de su sitio. Protusión: cuando el anillo fibroso de desplaza empujado por el núcleo. Puede entonces comprimir la médula espinal. Si el núcleo se rompe y `parte de su contenido sale, hablaremos de hernia de disco.
La manifestación de estas lesiones varía mucho de una persona a otra. Podemos vivir con varias protusiones y no tener ningún síntoma doloroso o podemos sufrir una herniación que nos provoque dolores constantes y falta de sensibilidad y/o fuerza en alguno de nuestros miembros. El tratamiento irá encaminado a la Higiene Postural, la farmacología para el dolor y la inflamación, el tratamiento fisioterapéutico para disminuir el dolor, aumentar la flexibilidad y potenciar la musculatura a través del ejercicio terapéutico dirigido. En ocasiones será necesaria la intervención quirúrgica para eliminar la hernia discal. En la mayoría de los casos, el que una discopatía tipo fisura o prolapso degenere en una insufrible hernia de disco, dependerá fundamentalmente del estilo de vida del paciente. Si aprendemos a adoptar buenas posturas, a trasportar pesos de forma ergonómica (sin dañar nuestras vértebras y discos) y a hacer un ejercicio moderado, ayudaremos a nuestros discos a “no tener que salirse de su sitio”.

jueves, 16 de febrero de 2012

¡VAMOS A HACER DEPORTE, PERO BIEN HECHO!

La práctica de ejercicio físico regular y de actividades deportivas es uno de los pilares básicos para una vida sana. Son múltiples los beneficios sobre el organismo que tiene el deporte. Desde hace siglos se conocen estos efectos a nivel cardiovascular, respiratorio, muscular y articular, psíquico y emocional
Debido al estilo de vida sedentario que la mayoría de nosotros llevamos, la promoción de la salud a través de la práctica deportiva es una de las tareas mas importantes que se plantea a nivel sanitario global.
De este tema hablaremos otro día porque hoy me gustaría centrarme en aquellas personas que ya realizan asiduamente ejercicio físico, y acuden bastante a menudo al fisio para tratar lesiones derivadas de ese ejercicio:”¿quien dice que el deporte es sano?” , y “esto nunca me había pasado antes”, me comentan a menudo.
Como todo en la vida, el ejercicio requiere seguir ciertas pautas para que no aparezcan efectos no deseados.
Hay que hacer deporte con cabeza, adaptando el tipo de actividad a nuestra edad, condición física y estado de salud. No es lógico hacer un deporte con la misma intensidad a los 20 años que a los 40 y como eso todo. No podemos pasar de la inactividad total y absoluta a correr una maratón en 1 mes, ni debemos hacer deportes de impacto si tenemos algún problema reumatológico. Parece fácil, ¿verdad? Pues en el día a día puedo comprobar que no es tanto.
¿Conocéis a alguien que haga un buen calentamiento antes de empezar y una sesión completa de estiramientos al terminar? Yo conozco a muy pocos, y eso que no dejo de pautar a mis pacientes deportistas estas tareas: calentar antes durante al menos 10 minutos los grupos musculares que mas vamos a solicitar, intensidad progresivamente creciente y después vuelta a la calma también de manera progresiva. Al finalizar, una sesión de estiramientos musculares de unos 10 minutos, insistiendo en los grupos que mas hayamos trabajado.
Hay que preparar al cuerpo, con el calentamiento aumentamos el aporte de sangre a nuestros músculos y así tendrán un mejor rendimiento y disminuirán considerablemente las posibilidades de lesión. Con el estiramiento, los ayudaremos a recuperarse antes tras el esfuerzo, los descargaremos y reduciremos las agujetas.
Por ultimo, añadiré que cuanto mas mayores somos, más importante es seguir estas pautas, ya que el cuerpo va perdiendo su capacidad de recuperación y de regeneración de los tejidos.

lunes, 6 de febrero de 2012

PIEL Y FISIOTERAPIA

Continuando con el tema de la fisioterapia aplicada a la estética, hoy me gustaría hablar de la protagonista en esta disciplina. La piel es el mayor órgano del cuerpo, con una longitud de entre 1 metro y medio y 2 metros cuadrados. Esta formada por 3 capas (epidermis, dermis y subcutis) y tiene importantísimas funciones como la protección del organismo frente a agentes externos como las bacterias, hongos, radiaciones, la regulación de la temperatura, ejerce de aislante térmico y almacén energético (mediante la grasa acumulada en el subcutis) y es un elemento fundamental sensorial, ya que en ella se localizan los receptores encargados de trasmitir al cerebro la información referente al tacto, presión, vibración, temperatura, dolor...
La epidermis es la capa externa, y a su vez esta compuesta por varias capas. En la más profunda, se produce la regeneración al dividirse las células madre creando nuevas células que van ascendiendo hasta llegar a la superficie. En su paso por las diferentes capas, las células se van trasformando, pasando a ser mas planas y a estar mas unidas entre si, para formar en la capa cornea, que es la superficial, una autentica barrera, como una pared hecha con ladrillos (células) y cemento que protege al organismo y evita la deshidratación. Periódicamente, estas células, que podíamos decir que están ya “muertas”, se van desprendiendo (descamación). En esta superficie están presentes las terminaciones de los anejos cutáneos: pelo, uñas y glándulas sudoríparas y sebáceas. Existe una película llamada manto epicutaneo, formada mayoritariamente por agua, grasa y sudor que recubre esta capa mas superficial, siendo la responsable del ph y de las principales funciones de la piel, viéndose mas desprotegida cuando esta barrera se altera por alguna razón (estrés, agentes físicos como el frío o el sol, alimentación…). A esta capa van encaminados los tratamientos antienvejecimiento y las alteraciones del agua y el sebo (pieles secas, grasas, acneicas…).
La dermis, es la capa intermedia. En ella se encuentran los vasos sanguíneos que alimentan a la epidermis, las terminaciones nerviosas y los anejos cutáneos. Esta formada por colágeno y elastina principalmente que son fabricados por los fibroblastos, células a las que van dirigidas la mayor parte de las actuaciones en medicina estética para estimular su actividad y frenar el proceso de envejecimiento.
Por ultimo, tenemos el subcutis o hipodermis, formado mayoritariamente por adipositos, células formadas por grasa y encargadas del almacenamiento de energía y nutrientes, amortiguación frente a traumatismos y aislamiento térmico fundamentalmente. Hacia esta capa van encaminados todos los tratamientos anticelulíticos y reductores.