domingo, 23 de octubre de 2011

¡¡MI FALSA CIATICA ME VA A MATAR!!

De vez en cuando aparecen por el centro de fisioterapia pacientes aquejados de una supuesta ciática, con su dolor lumbar e irradiado hacia la pierna por la cara posterior y lateral del muslo.
La buena noticia es que a veces ese dolor ciático no esta provocado por ninguna lesión de la raíz nerviosa a su salida de la columna lumbar (pinzamiento, hernia de disco), sino que es debida a la contractura de un pequeño músculo situado por encima de la cadera. Este músculo es el Piramidal o Piriforme, de forma triangular que va desde el borde del sacro hasta el mayor de los salientes óseos del fémur, justo en la articulación de la cadera. Esta situado en profundidad por debajo de Glúteo. El nervio Ciático en su camino hacia el muslo, pasa entre las fibras de este músculo o justo por debajo y es en ese punto donde es susceptible de ser presionado, además hay que tener en cuenta que a ese nivel el nervio tiene un calibre muy grande, como un dedo de grosor. Así que esta pseudociatica o ciática falsa es debida a lo que se conoce como Síndrome del Piramidal, consistente en que la contractura o fuerte tensión del músculo piramidal pinza o presiona el nervio Ciático, y la irritación de este produce el dolor que recorre la cara posterior y lateral del muslo, normalmente hasta la rodilla. Suelen presentarse también molestias el la zona lumbar, inguinal y glútea.
El tratamiento de fisioterapia es muy amplio y bastante eficaz. Podemos realizar masaje para relajar la musculatura de la zona lumbar y glútea, estiramientos analíticos del músculo piramidal y globales de lumbares y miembros inferiores, aplicar calor, ultrasonidos, acupuntura, manipulaciones del sacro, y técnicas para relajar los dos puntos gatillo que tiene este músculo. Se recomienda al paciente realizar una serie de estiramientos y ejercicios en su casa para recuperar totalmente la fuerza y la movilidad.
Así que no os desaniméis, hay vida después de una Ciática y más si es falsa.

“EL PEOR DOLOR DEL MUNDO”

Cuando nos referimos al peor dolor del mundo, normalmente estamos hablando de la Neuralgia del Nervio Trigémino.
Una neuralgia es un dolor producido por un nervio que esta dañado de alguna manera. El nervio Trigémino es uno de los 12 nervios llamados pares craneales, que son nervios que nacen en la base del cerebro. Concretamente el nervio Trigémino es el más importante de los nervios sensitivos de la cabeza. Esta formado por 3 ramas, oftálmica, maxilar y mandibular, encargadas de dar sensibilidad a la cara y movilidad a los músculos masticatorios.
Esta neuralgia se caracteriza por punzadas o sacudidas agudas de dolor intenso y lacerante en el surco nasal, los dientes, labios, encías, paladar y hemicráneo afectado. Es como un “corrientazo” que recorre la cara, pudiendo durar unos segundos o incluso varios minutos. Aparecen espontáneamente, tras tocar ciertos puntos de la cara o al realizar gestos cotidianos como masticar, lavarse los dientes o aplicarse maquillaje.
En la mayoría de los casos, la causa es desconocida y en el resto de casos, las causas van desde traumatismos, infecciones, tumores o lesiones vasculares.
Se cree que la mielina que recubre el nervio se daña en algún punto de su recorrido, al ser comprimida por ejemplo, y a raíz de esa lesión se desencadena la neuralgia.
El tratamiento es sobre todo farmacológico. Se utilizan analgésicos, antiinflamatorios y fármacos indicados para las neuralgias.
La fisioterapia es beneficiosa en algunos casos, están indicadas la termoterapia, corrientes analgésicas, masoterapia suave, ultrasonidos, en ocasiones la crioterapia (frío) y sobretodo la acupuntura, que resulta eficaz en muchos de los casos, aliviando total o parcialmente el dolor. Es recomendable realizar 2 o 3 sesiones semanales durante las crisis. Durante las primeras sesiones es posible que haya un aumento del dolor, que tendrá que ir cediendo en el transcurso del tratamiento.
El tratamiento quirúrgico es otra opción para los casos en los que los demás tratamientos no han dado buenos resultados.

ESTIRAMIENTOS MUSCULARES

Una de las herramientas más útiles para complementar un tratamiento de fisioterapia es sin duda el Streching. Los fisioterapeuta los utilizamos prácticamente en el tratamiento de todas las patologías articulares, musculares y tendinosas y en la prevención de futuras lesiones. En el deporte, por ejemplo, no se concibe un buen entrenamiento sin la práctica de estiramientos.
El Streching se define como la puesta en práctica de ejercicios mediante los cuales estiramos un músculo o un grupo, mejorando la movilidad, elasticidad y flexibilidad, consiguiendo un mejor funcionamiento de nuestro cuerpo.
Los efectos son numerosos: produce una mayor y mejor movilidad de las articulaciones, mayor elasticidad de los músculos, tendones, ligamentos y capsulas articulares, mejora la circulación y el metabolismo muscular, ayuda a eliminar contracturas, mejora el tono de la musculatura, acelera la recuperación después de sufrir fatiga muscular, regula la postura y mejora el esquema corporal, ayudándonos a sentir mejor nuestro cuerpo, consiguiendo así mas facilidad para evitar lesiones y mayor destreza y agilidad corporal. A todo esto añadiremos el bienestar físico y mental.
Un músculo sano es aquel que tiene buena elasticidad y fuerza, por este motivo es imprescindible acompañar un trabajo de fuerza muscular con estiramientos. A mí me gusta poner de ejemplo a mis pacientes a los gimnastas deportivos, en los que estas cualidades se aprecian a simple vista: musculatura fuerte y una elasticidad impresionante. Siempre recomiendo que se trabaje bien la flexibilidad, sobretodo a los pacientes que les gusta mucho la tonificación muscular y se pasan horas en el gimnasio haciendo pesas.

Cualquier persona sana puede practicar estos ejercicios, siguiendo una progresión de menos a más intensidad. Cuando exista alguna patología, sobretodo si es del aparato locomotor y está en fase aguda, será necesaria una supervisión del fisioterapeuta, que en cada momento ira adaptando los estiramientos al estado del paciente y a la evolución de la lesión.

SINDROME SUBACROMIAL

Una de las causas mas frecuentes de dolor en el hombro es el llamado Síndrome Subacromial, Síndrome del Supraespinoso o Inpigment. En este síndrome se ve afectado el manguito de los rotadores, conjunto de tendones de los músculos responsables de las rotaciones del hombro. El tendón pasa por debajo del acromion, uno de los salientes que la escápula tiene por la parte delantera, y que comúnmente es llamada “asa del hombro”. El roce del manguito con alguno de los componentes de la parte anterior de hombro, es lo que provoca el dolor. Frecuentemente la molestia aparece al levantar el hombro por encima de la cabeza y al separar el brazo del cuerpo con el hombro levantado a 90º.
Puede estar causado por un traumatismo o por la repetición de gestos muchas veces que provocan los llamados microtraumatismos que acaban “desgastando e inflamando” los tejidos.
Hay tres fases, en la primera aparece inflamación y edema del tendón, en la segunda ya aparece fibrosis y engrosamiento y en la tercera se presenta rotura del manguito, que puede ser parcial o total.
Los síntomas son aparición de dolor por brotes, hasta su cronificación con dolor continuo si no se trata adecuadamente. El dolor se suele localizar en la cara superior y anterior del hombro, se presenta sobretodo al levantar el brazo y separarlo del cuerpo y por la noche por la posición horizontal. Cuando existe una rotura es imposible realizar la separación del brazo en parte de su recorrido.
El tratamiento de fisioterapia tiene como objetivo en primer lugar la disminución del dolor, mediante termoterapia, ultrasonidos, electroterapia, estiramientos y masoterapia descontracturante en la musculatura de alrededor del hombro y cervical. Se añadirán ejercicios y movilizaciones pasivas para conservar la movilidad una vez que haya pasado el brote agudo doloroso y fortalecer la musculatura, que en las fases posteriores esta debilitada. En los casos en los que la rotura del tendón sea masiva será necesario pasar por el quirófano. Realizaremos después la reeducacion funcional para recuperar cuanto antes la máxima movilidad posible del hombro.