sábado, 1 de agosto de 2009

REHABILITACIÓN CARDIACA

La semana pasada escuché una noticia muy interesante sobre la ley antitabaco y su relación con la disminución de personas afectadas de infarto de miocardio. El estudio se ha realizado en Barcelona y los resultados son que desde la prohibición de fumar en los lugares de trabajo, en el 2006 disminuyó en un 11% de los hombres y en un 8% de las mujeres, los infartos ingresados en el área metropolitana de Barcelona, respecto al año 2005. Estudios en otros países, obtienen más o menos los mismos resultados.
Tras sufrir un infarto, o tras ser sometido a cirugía cardiaca, la rehabilitación coronaria es fundamental para conseguir la recuperación del sistema cardiovascular, recuperar la forma física y conseguir cuanto antes la reinserción social y familiar.
La fisioterapia es una parte de esta rehabilitación, que es realizada por un equipo compuesto por el cardiólogo, enfermero, fisioterapeuta, psicólogo y asistente social. El proceso consta de cuatro fases: hospitalaria, posthospitalaria, ambulatoria y de mantenimiento.
En la fase hospitalaria el paciente está monitorizado constantemente (para controlar las pulsaciones y la presión arterial) y tiene una duración de tres semanas. La finalidad de la fisioterapia en esta fase es prevenir el deterioro psicológico y físico asociado al reposo absoluto en cama. Cada semana el paciente irá haciendo una serie de ejercicios respiratorios y de movilidad, primero acostado, luego sentado, después de pie y por último empezará a caminar.
La fase posthospitalaria comienza cuando el paciente es dado de alta y se realiza en su domicilio, dura unas 5 o 6 semanas. En esta fase los objetivos son acelerar la recuperación al volver a un entorno que le resulta más cómodo y fomentar la confianza del enfermo en su recuperación, para que vea que podrá llevar una vida normal con solo realizar unos cambios en su estilo de vida (moderación en las emociones, actividad sexual normal a partir de los 3 meses, alimentación adecuada, dejar de fumar y realizar ejercicio físico, siendo el caminar el más recomendable en esta fase, controlando la distancia y la velocidad).
La fase ambulatoria dura unos tres meses, durante los cuales el paciente realizará 3 sesiones semanales. Al inicio de esta fase se le realizan una serie de pruebas para determinar el estado del paciente y la intensidad de los ejercicios que se realizarán. Cada sesión consta de una fase de calentamiento seguida de una serie de ejercicios (en colchoneta, de pie, con pesas y finalmente en bicicleta ergométrica), controlando en cada fase la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Pasados los tres meses se vuelven a realizar las mismas pruebas y se comparan los resultados. Con este análisis comparativo se le entrega al paciente un informe en el que se le darán las instrucciones generales en cuanto al régimen de vida, nivel de ejercicios, dieta, actividad sexual y en el caso de que existan, de las limitaciones o factores de riesgo que el paciente deberá tener en cuenta (hipertensión, colesterol, diabetes, etc.)
En la fase de mantenimiento, es el paciente el que realiza por sí solo los ejercicios que realizaba en la fase anterior, acudiendo a revisión a los 6 meses y al año.

1 comentario:

curso rehabilitacion dijo...

Interesante artículo. En la actualidad la rehabilitación es el pilar básico para alcanzar el grado máximo de curación en múltiples enfermedades.