martes, 21 de abril de 2009

Fisioterapia Respiratoria

Desde hace unos días, a muchos de nosotros ya nos ha empezado a fastidiar la temida alergia primaveral, y andamos con mucosidades, dificultad para respirar, picor de ojos, etc.
Desde la fisioterapia poco podemos hacer, aparte de utilizar algunos puntos de acupuntura que sabemos ayuda un poco. Sin embargo, este tema me ha animado a hablaros de la fisioterapia en las afecciones respiratorias.
Para los pacientes que tienen que someterse a una cirugía torácica, habrá una fase preoperatoria en la que prepararemos al paciente mostrándole una serie de técnicas y ejercicios respiratorios muy útiles tras la operación, que en muchos casos evitarán complicaciones y favorecerá su evolución. Les enseñaremos a respirar correctamente mediante la respiración nasofaringea y la respiración diafragmática, (en la que movilizamos más el abdomen que el tórax); la forma mas productiva y menos dolorosa de toser y una serie de ejercicios con los miembros superiores. Todo esto lo aprenderá para ponerlo en práctica tras la operación, ya que, 12 horas después de la misma comienza la fisio postoperatoria. Añadiremos masajes y movilizaciones del miembro superior del lado de la cirugía, utilizaremos un inspirómetro incentivador, un aparato con el que podemos comprobar cuanto aire entra en nuestros pulmones a medida que unas bolitas suben más o menos al coger aire a través de la boquilla del inspirómetro.
En la fibrosis quística, una enfermedad en la que el acúmulo de mucosidad obstaculiza el flujo respiratorio, la fisioterapia irá encaminada a limpiar todo lo posible los mocos acumulados y mejorar la dinámica respiratoria. Para ello utilizamos también el inspirómetro, optimizamos la tos, utilizamos aparatos de vibración que ayudan a despegar la mucosidad, la aerosolterapia, para fluidificarla y el drenaje postural, que consiste en colocar al paciente en diferentes posturas para facilitar la expulsión del moco, según donde esté localizado.
Esto son solo dos ejemplos en los que podemos actuar con la terapia respiratoria, también es muy útil en otras patologías como abscesos de pulmón, EPOC, atelectasias, derrame pleural, etc.

martes, 7 de abril de 2009

Mi vida tras un accidente

Unas semanas atrás todos estuvimos conmocionados con el caso de la mujer italiana, que tras sufrir un accidente a los 18 años, “vivía” en estado de coma. Este es un caso no poco frecuente, en el que a la persona se le acaba la vida y poco se puede hacer para que la recupere.
En el otro lado, están los accidentados que sin sufrir tan graves consecuencias, se inician en una vida llena de esfuerzo para recuperar lo máximo posible su vida anterior.
Tengo un paciente desde hace dos años, tuvo un accidente de moto en 2005 en el que sufrió fracturas y otras lesiones que le han dejado como secuela una colección de tornillos en la pelvis y problemas musculares y articulares, sobretodo dolores de espalda y piernas.
Durante el primer año de tratamiento, el objetivo fue reducir el dolor y las contracturas musculares, así como la mejora del equilibrio, la fuerza muscular y el trabajo de flexibilidad. Para conseguir todo esto, mi disciplinado paciente hacía diariamente en casa una serie de ejercicios muy específicos, nadaba y una vez a la semana acudía a la consulta para masaje, acupuntura y electroterapia. Además de todo esto, estaba totalmente integrado en su vida laboral. Ni que decir tiene, que este esfuerzo tenía su fruto y poco a poco el paciente iba cumpliendo los objetivos marcados. Sin embargo, tras este primer periodo, aparecieron una serie de complicaciones que llevaron a nuestro protagonista a someterse a una nueva intervención quirúrgica, esta vez en la columna vertebral y médula espinal. Tras la exitosa operación y después de un año de baja laboral, el paciente ha vuelto a la carga y ha retomado el tratamiento de fisioterapia. Tendremos que empezar de nuevo y marcarnos nuevos objetivos.
Mi reflexión sobre este tema es que tras situaciones extremas es muy importante mantener la ilusión y las ganas de vivir. Cuanto más deseemos luchar, mejor responderá nuestro cuerpo y más posibilidades tendremos de recuperar nuestra vida. La fisioterapia en estos casos en una herramienta más de la que disponemos para afrontar esta dura tarea.