lunes, 23 de marzo de 2009

El fascinante cuerpo humano

Hace unas semanas, una amiga y compañera de profesión nos propuso ir a Sevilla a ver una exposición sobre el cuerpo humano. Ella había estado en otra similar el año pasado en Madrid, y le había encantado. Para más datos, la exposición exhibe cadáveres reales sometidos a un proceso de plastinación que permite conservar y colocar a los especimenes en diferentes posiciones con fines educativos e instructivos.
A priori a la mayoría de las personas ajenas al ámbito médico, esto puede parecer desagradable, pero claro, no hay nada que nos guste más a los fisios que la anatomía humana en todo su esplendor. Además, tras la plastinación, el aspecto de los cuerpos es bastante estético, alejándose de la idea que podemos tener de un cadáver.
Así que nos fuimos a ver la exposición y la experiencia resultó maravillosa, no es lo mismo estudiar en modelos anatómicos de plástico ó los reales con los que estudiamos en la universidad, que en modelos reales preparados para este fin, ya que las diferentes posiciones en las que están colocados, te permiten ver cuales son los músculos que utilizamos por ejemplo al hablar por el móvil, bailar, jugar al fútbol....
Además de contemplar el cuerpo saludable, también puedes ver cuerpos con las enfermedades de las que a diario oímos hablar, a los que les gustan las series tipo House, disfrutarán viendo un hueso con artrosis, prótesis de cadera y rodilla; me llamó poderosamente la atención contemplar un cerebro que había sufrido un infarto, se pueden ver unas áreas negras, como cuando un enchufe se quema, o un pulmón con enfisema, una enfermedad en la que se forman unas cuevas que van dejándolo hueco, o los pulmones negros de un fumador…También me resultó muy sorprendente la exhibición de nuestro sistema vascular, con la gran arteria Aorta y más concretamente el sistema capilar encargado de llevar la sangre a todas las células de nuestro cuerpo.
En resumen, resultó fascinante. Cada día trabajamos y tratamos estos músculos, hacemos referencia a enfermedades e intentamos inculcar a nuestros pacientes hábitos de vida saludables. Os recomiendo visitar la exposición, aprenderéis mucho sobre nuestro cuerpo y descubriréis lo fascinante que es.

lunes, 9 de marzo de 2009

PARÁLISIS FACIAL

Estos días estoy tratando a una paciente a la que le ha dado "un aire en la cara". Esto es lo que se conoce como parálisis facial de Bell o a frígore. Consiste en la afectación del nervio facial, nervio encargado de la movilidad de los músculos de la cara y el cuello y de parte de los sentidos del gusto y el oído, así como de las glándulas encargadas de las lágrimas y la saliva.

 

         Normalmente lo más afectado es la musculatura facial y los pacientes tienen en mayor o menor medida dificultad para abrir y cerrar los ojos, la boca y para realizar otros gestos de la mímica facial.

 

La causa de este tipo de parálisis facial no se conoce muy bien, a menudo se asocia al estrés o a la acción de un virus.

 

La evolución suele ser muy favorable, los pacientes se  recuperan por completo en una gran cantidad de los casos y en un periodo de tiempo variable ( de dos a cuatro semanas).

 

La fisioterapia precoz es muy importante. Una vez hecho el diagnóstico por el médico, es recomendable iniciar la rehabilitación cuanto antes. Aplicaremos calor, acupuntura, masaje para estimular y/o relajar la musculatura, electroterapia en algunos casos y enseñaremos al paciente los ejercicios que debe hacer en su casa varias veces al día, delante de un espejo, en función de los músculos que tenga más afectados. También indicaremos los gestos que no debe hacer y cómo protegerse para evitar las molestias por el frío, el aire y a tapar el ojo afectado durante la noche.

 

Esta patología suele causar algunos trastornos psicológicos, por lo que es muy importante informar bien al paciente de que la recuperación es lenta, el tratamiento es largo, a veces avanza rápido y otras veces parece que se ha estancado. En los primeros días el tratamiento de fisioterapia se realizará a diario, para poco a poco ir separando las sesiones, hasta realizar una sesión a la semana que puede mantenerse hasta la completa recuperación.

 

lunes, 2 de marzo de 2009

SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL

A menudo, tras sufrir un accidente de tráfico en el que no hemos
sufrido lesiones personales, pero sí nuestro coche tiene desperfectos,
nos consolamos (muchas veces con la boca pequeña) diciendo que almenos
nosotros estamos bien. Es una lata tener que dejar el coche en el
taller durante varios días y nuestra vida cotidiana se dificulta un
poco mientras dura la reparación.

El latigazo ó esguince cervical es una de las lesiones más frecuente
en los accidentes por alcance y las personas que lo han sufrido saben
que este tipo de lesión sí que hace la vida más difícil. Se produce
tras un movimiento brusco de hiperextensión (hacia atrás) del cuello
seguido de flexión, sin tiempo para que la musculatura y los
ligamentos del cuello se adapten para pasar de una posición a otra
totalmente opuesta.

Hay varios grados, según la gravedad, pero hasta el más leve nos
ocasiona numerosos trastornos. Dolor en el cuello, dolor de cabeza,
contracturas musculares, mareos y náuseas, rigidez e incapacidad para
mover el cuello son los síntomas más frecuentes. Estos síntomas a
veces se presentan justo tras el accidente y otras veces pasadas 24 o
48 horas. Por este motivo hay que ser cautelosos tras tener un
accidente por alcance.

El tratamiento consiste en la colocación de un collarín cervical
durante unos días, fármacos y reposo. El uso del collarín debe ser
supervisado, ya que hay estudios que apuntan a una recuperación más
lenta en los casos en los que el collarín ha sido utilizado más tiempo
de lo necesario.

La fisioterapia precoz también acorta el tiempo de convalecencia, así
que podemos aplicar termoterapia y electroterapia analgésica desde el
primer momento y según la gravedad del latigazo, masaje para
descontracturar la musculatura afectada en cuello y espalda y
movilizaciones suaves de la columna cervical. Tras pasar la fase
aguda, se iniciarán ejercicios para fortalecer los músculos
debilitados.

La recuperación de un esguince cervical va de uno a tres meses,
periodo en el que la persona suele estar de baja laboral. Pasado este
tiempo, en muchos casos quedan secuelas durante un año y en los casos
más complicados estas secuelas permanecen en forma de molestias
frecuentes en cuello y espalda.