lunes, 24 de noviembre de 2008

EL OTOÑO PISA FUERTE


                 Cuando era una niña me llamaba poderosamente la atención que los mayores predijeran el tiempo en función de lo que les dolía la rodilla, la espalda, el pie que se fracturaron hace años..... no podía comprender que tenía que ver el accidente de hace unos años con que al día siguiente lloviera o no.

                 Ahora, con el paso del tiempo y mi experiencia puedo entenderlo mejor. Nuestro cuerpo es sensible a los cambios de presión que suceden en la atmósfera, de forma que nuestras afecciones reumatológicas son estaciones metereológicas de  bastante precisión. El otoño es algo más que la caída de las hojas.

                 Estos días mis pacientes están muy preocupados. Este mes de Noviembre está siendo duro, la mayoría de ellos han experimentado un agravamiento en sus dolencias tanto musculares como articulares. Cada día intento tranquilizarles explicándoles que la llegada del otoño nos provoca cambios en nuestro cuerpo. A la mayoría de las personas los cambios de estación nos influyen de alguna manera: la primavera la sangre altera, en verano tenemos más problemas circulatorios y el paso del verano al otoño es el peor para nuestro aparato locomotor, ya que el frío y la humedad son dos de los agentes físicos que más atacan a nuestras articulaciones.

                 Los pacientes más expuestos son aquellos que padecen alguna afección reumatológica, ya sea degenerativa o artrosis o inflamatoria o artritis reumatoidea. No será difícil que estos pacientes estén sufriendo en estos días un nuevo brote.

                 Así que en esta transición estacional y hasta que nuestro cuerpo se adapte a las nuevas presiones habrá que cuidarse un poquito más. Abrigo, calor seco, zumo de naranja y la visita un poco más frecuente a tu fisio harán que el otoño siga su curso y lleguemos a navidad en plena forma.

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