lunes, 24 de noviembre de 2008

CUIDA TU ESPALDA: HIGIENE POSTURAL II

Hay ocasiones en las que la jornada laboral se hace eterna ya que al poco de iniciarla tenemos una serie de molestias o dolores en la espalda que no nos permiten realizar nuestro trabajo en condiciones. Evitar esto es a veces tan sencillo como seguir unos cuantos consejillos.

Esta semana quiero continuar con el tema del artículo anterior, la Higiene Postural ya que considero que es uno de los pilares para la buena salud de nuestro aparato locomotor. Vamos a describir  una serie de pautas a seguir para algunas de las posturas o gestos más frecuentes en nuestra vida diaria.

Cuando debamos estar de pie durante mucho tiempo intentaremos colocar alternativamente nuestros pies sobre un pequeño banco para evitar que la musculatura de nuestra espalda se agote o sobrecargue (por ejemplo en nuestro puesto de trabajo o realizando las tareas del hogar).

Al agacharnos nunca arquearemos la espalda, sino que flexionaremos nuestras rodillas y bajaremos con la espalda completamente recta.

A la hora de transportar cargas intentaremos repartir el peso entre los dos brazos, o si se trata de un bulto voluminoso que necesitemos los dos brazos lo transportaremos lo mas pegado al cuerpo posible. Para los objetos más grandes (muebles, electrodomésticos) es siempre mejor empujarlo hacia delante que arrastrarlo hacia atrás. No  debemos coger nunca objetos pesados por encima de la cabeza, así que tendremos que subirnos a  una escalera si tenemos que coger un objeto que está colocado en un lugar alto.

Si pasamos horas delante de un ordenador es importante que la pantalla y el teclado  los coloquemos justo delante y que el monitor esté a la altura de nuestros ojos, deberemos ajustarlo colocando debajo unos libros, por ejemplo. La silla debe ser regulable en altura y preferiblemente con ruedas para poder movernos cómodamente sin forzar la espalda. Hay un gesto que a menudo realizamos y que es bastante dañino, estando sentados queremos recoger algo del suelo y en vez de levantarnos y agacharnos flexionando las rodillas, rotamos la espalda y nos inclinamos lateralmente para recoger el objeto.

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